Huellas de Fe

Ser Adoradores nos va a costar, hay muchas personas que cuando cosas trágicas le suceden a nosotros los hijos de Dios, comienzan a blasfemar diciendo “Donde estaba Dios” “Porque Dios permitió que esto te sucediera”. El evangelio es algo más que andar por todas las naciones con todo los lujos diciendo “Dios me dio riquezas”. El evangelio es estar dispuestos a dejar HUELLAS DE FE para que las próximas generaciones venideras sigan esas huellas y puedan seguir cambiando al mundo. SER ADORADOR NOS VA A COSTAR, dice la palabra en Juan 4:23-24 que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, la palabra te habla de adoradores que a pesar de las circunstancias, de las horrendas tormentas que pasen por sus vidas, mantengan sus manos levantadas al cielo ADORANDO AL PADRE CELESTIAL.

Estamos dispuestos a dejar HUELLAS DE FE para que otras generaciones puedan seguir llevando la palabra de Dios a este mundo. ¿Estas dispuesto a pagar el precio?

Somos creación de Dios

La palabra dice que fuimos creados por Él y para El. A veces entramos en la etapa del YO, en la que decimos “Yo hice esto", “Yo logré aquello", “Yo pude alcanzar tal cosa". Sin embargo nos olvidamos que Dios ya tiene un propósito diseñado para cada uno de nosotros, la Biblia nos dice que mucho antes de ser engendrados ya Él nos conocía, por tal razón nada de lo que haz logrado, ni lograrás lo puedes hacer si no esta en el propósito de Dios contigo. Por tal razón debemos de dejar que sea Él quien tome el dominio y el control de nuestras vidas. 

Quizás te preguntarás, ¿Qué propósito Dios tiene conmigo?, quizás por tu situación económica, salud o cualquier otra. En la Biblia podemos encontrar muchos pasajes en donde Dios eligió a personas que quizás humanamente eran incapaces de cumplir determinado propósito, gente como Moisés que fue abandonado en el río para que el faraón no lo matara y Dios lo eligió para liberar al pueblo de Israel ó quizás como David que era el hijo olvidado, quien pastoreaba las ovejas de la familia, Dios lo eligió como rey de Israel. 

Dios es tan glorioso y poderoso que Él determina un propósito en ti sin importar la situación que probablemente estés atravesando, porque ante los ojos de Dios todos somos iguales. Recuerda que ya Dios te conocía mucho antes de nacer y por tal razón ya Él sabía la situación que ibas a enfrentar y de donde Él te iba a levantar. DIOS siempre está allí para levantarnos, lo que pasa es que nosotros somos los que elegimos alejarnos de Él.

Es tiempo de dejar que Dios obre en nuestras vidas para que El pueda revelarnos el propósito que ya tiene diseñado para cada uno de nosotros.

"Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él." COLOSENSES 1:16

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El ejercito de Dios

Dice la palabra que el ejercito de David fue creado como un ejercito de Jehova. Dios le dijo a David que escogiera hombres para formar su ejercito. Hoy en día Dios escoge para su ejercito hombres y mujeres valientes, fieles, dispuestos a hacer su voluntad y sobre todo llenos del Espíritu Santo.

¿Quieres formar parte de este gran ejercito? Dios necesita personas valientes para llevar su palabra por todo el mundo sin importar las adversidades, fieles a su palabra, dispuestos a cumplir su voluntad sin importar lo que suceda y dejarse guiar por el Espíritu Santo.

¡¡¡Enlistate a las filas del Ejercito de Dios!!!!

Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. (2 timoteo 2:3-4)

SOMOS VENCEDORES ANTES DE LA BATALLA

Palabras de fortaleza recibimos de parte de Dios en la Biblia en el libro de los Romanos 8:28-39. En Cristo somos más que vencedores, a pesar de todas las cosas que enfrentemos, si somos aquellos que amamos a Dios sobre todas las cosas todo será para bien. Dice la palabra que conforme a su propósito somos llamados, no importa que situación estés enfrentando, angustia, dolor, persecución, hambre, soledad, rechazo o peligro, el amor de Cristo permanecerá con nosotros.

Debemos de tener en alto que ya somos predestinados a ser hijos de Dios y nada de lo que nos suceda en la vida nos separará del Amor de Dios. En este mundo seremos acusados pero sin fundamento alguno, porque Dios es quien justifica, seremos condenados, sin razón alguna pero ya tenemos a aquel quien murió por nosotros, resucitó y hoy esta a la diestra de Dios, la cual intercede por nosotros.

Podemos enfrentar todo tipo de dificultades, enfermedades, condenación, incluso hasta la muerte, pero debemos de estar confiados y seguros de que pase lo que pase, ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra  cosa creada nos podrá separar del Amor de Dios que es en nuestro señor Jesucristo. Tomemos en cuenta que “El vivir es Cristo y el morir es ganancia”.

Hoy es el día de dar ese gran paso que no quieres dar, quizás por temor. Atrevete a conocer más a Dios, búscale con denuedo, no importa las barreras que tengas que cruzar, no importa lo que tengas que atravesar, debes de tener bien claro de que YA SOMOS VENCEDORES ANTES DE LA BATALLA.

Dios les bendiga

Ronny Peña
Adorador de Dios

Mantengamos la mirada en nuestro galardón

“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. (Hebreos 11:24-26)”

Moisés se rehuso a gozar de los deleites temporales del pecado (vanidad y riquezas), porque sabia que mayor era la riqueza en Cristo. Moisés tenia la mirada puesta en el galardón.

En la vida queremos tener TODO, para supuestamente “vivir mejor”. Cuando se habla de “todo” es precisamente de aquellos deleites temporales que nos habla en el libro a los Hebreos, placeres del mundo, riquezas, lujos, queremos tener lo que el otro tiene (codicia) y la Biblia claramente nos especifica que estos son solo placeres por muy corto tiempo. Cuando nos habla de que son temporales, nos habla del tiempo pasajero, es decir, que no es duradero.

Moisés conocía estos deleites temporales y por eso puso su mirada más alla de lo que le ofrecían estos deleites, en algo superior a todas las cosas pasajeras.

Hay veces que ponemos nuestra mirada en algo pasajero y no nos damos cuenta de que Dios nos tiene algo mucho mejor y que perdurará por siempre. Tal como dice en el libro de Santiago

“Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. !!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. (Santiago 4:2-6)”

Mantengamos nuestra mirada en el máximo galardón y no perdamos tiempo en algo que solo nos satisface por corto tiempo.

De qué somos salvados?

Muchas veces actuamos como si quisiéramos vivir un “Evangelio Light”, donde estoy, pero no estoy. Esto la mayoría de las veces lo hacemos porque realmente no nos hemos preguntado ¿De qué somos salvados?. Si nuestro Señor Jesucristo vino y murió por nosotros para nuestra Salvación, Él se hizo hombre para morir en la cruz por nosotros y así mueran nuestros pecados, pero entonces nos debemos de preguntar ¿De qué Jesús nos quiere Salvar?. ¿Qué le sucede a aquellas personas que no son salvos?.

Max Lucado en su libro “Como Jesús” nos hace un breve recuento de que Jesús vino a salvarnos.

De Qué Somos Salvados

Una frase resume el horror del infierno: «Dios no está allí».

Piense por un momento en esta pregunta: ¿Qué si Dios no estuviera en la tierra? Piensa usted que la gente puede ser cruel ahora; imaginémonos lo que serían sin la presencia de Dios. Piensa que somos brutales unos con otros, imagínese al mundo sin el Espíritu Santo. Piensa que hay soledad y desesperación, y culpabilidad hoy; imagínese la vida sin el toque de Jesús. No hay perdón, ni esperanza, ningún acto de bondad, ninguna palabra cariñosa; no se da ningún alimento en su nombre, ni se entonan cantos de alabanza, ni se hacen obras en su honor. Si Dios quitara sus ángeles, su gracia, su promesa de eternidad y sus siervos, ¿cómo sería el mundo?

En una palabra: un infierno. Nadie para consolarle ni música para calmarlo. Un mundo donde los poetas no escriben sobre el amor ni cantores cantan acerca de la esperanza, porque el amor y la esperanza fueron pasajeros en la nave que ya partió. El buque final ya se ha ido, y el himno infernal tiene solo tres palabras: «si yo hubiera».

Según Jesús el infierno conoce solo un sonido: «el lloro y el crujir de dientes» ( Mateo 22.13 ). Del infierno sale un quejido lastimero al darse cuenta sus habitantes de la oportunidad que se perdieron. Qué no darían ellos por otra oportunidad. Pero la oportunidad ya pasó ( Hebreos 9.27 ).

Extraído de: LUCADO, Max, “Just Like Jesus”, Editora Tomas Nelson, P.134